Buenas tardes. En primer lugar y como reflexión del último foro de este curso me gustaría agradecer por todo lo aprendido, gracias a todas las personas que lo han hecho posible, por el tiempo y trabajo puesto en él. Realmente considero que hemos (he) aprendido mucho tanto a nivel personal como profesional.
Yo he trabajado de manera directa con menores en situaciones desalentadoras y no puedo estar más de acuerdo con Sonia con respecto la frase “no hay violencia sin trauma”. Verdaderamente es muy duro escuchar a estas criaturas relatar episodios tan dolorosos, pero es nuestra misión acompañarlos en su dolor y sobre todo estar alerta a las necesidades que tienen, que a veces nos exponen de manera clara con su comportamiento, o en otras ocasiones no de forma tan evidente. Me he topado con profesionales que me han dicho que un niño no presentaba ningún tipo de signos traumatológicos en un caso que tratamos de violencia de género, además de vicaria, porque el niño aparentemente tenía un comportamiento normal. Obviamente, no me quedé de brazos cruzados, seguí luchando y acompañando a ese niño y su madre para detectar necesidades, ofreciéndole esa seguridad, reconocimiento, sentido de pertenencia…y gracias a eso, tras mucho tiempo pude evidenciar que el menor necesitaba apoyo de recursos más especializados y se pudo derivar y tratar el caso.
No olvidemos por favor que la infancia es la etapa más importante de la vida de una persona, es la que puede marcar un antes o un después, es lo que va a determinar cómo será esa persona una vez sea ADULTA.
A todos mis compañerxs decir que nuestras profesiones son preciosas, y que a pesar de la falta de recursos en muchas ocasiones o de los episodios tan dolorosos que tenemos que presenciar no debemos caer. Somos la mano de ayuda de muchas familias y víctimas.
Gracias
Eli
