Mujeres Libres, mujeres en Paz › Foros › Foros del curso «Violencia Vicaria y Violencia de Genero Institucional. La connivencia perfecta.» › Módulo 3. El Falso Síndrome de Alienación Parental. › Respuesta a: Módulo 3. El Falso Síndrome de Alienación Parental.
Buenas noches!
Que tristeza leer este informe, una madre castigada por querer defender a su hija.
Me llama la atención que describan al padre como licenciado en derecho y a la madre que digan que ella refiere que es licenciada en derecho. También como hacen referencia a que las “hermanas” que acompañan a la madre abordan a la niña al salir.
El padre se describe como víctima de la madre (”esclavizado y maltratado”), un embarazo inesperado porque ella decía que no podía quedarse y la relación no estaba consolidada, como que ella lo había engañado, y los celos posteriores. Le transmite a la niña que los jueces castigaron a mamá por portarse mal y hacerle daño a papá. Alega que la relación entre ambas es dañina y que la madre se movió por venganza.
La madre refiere que él no gestionó bien su decisión de finalizar la relación y las graves amenazas recibidas (“te voy a degollar”), los comportamientos sexualizados de la niña y su deber de protegerla. No habla mal de la relación entre la niña y el padre aunque refiere que la niña está triste.
Las herramientas para explorar la situación son las entrevistas semiestructuradas, la observación en la interacción de los progenitores con la menor, el informe del colegio y aplicación de diferentes pruebas psicológicas. En ninguna de ellas especifica el tiempo empleado con cada persona, tiempo trasncurrido entre pruebas ni ningún dato.
En mi opinión hecho en falta los informes del PEF, me parece que aportarían datos interesantes, y no sólo la percepción que da el padre de la relación entre madre e hija y la influencia negativa.
El padre sigue castigando a la madre y desde luego no piensa en el bienestar de la niña, se reconoce que actualmetne el padres es que obstaculiza que se amplíen las visitas y que esta situación puede afectar a la menor.
Claro ejemplo de la realidad de violencia institutcional y violencia vicaria.