Mujeres Libres, mujeres en Paz › Foros › De la Violencia Estructural de Género a la Violencia Vicaria e Institucional › Respuesta a: De la Violencia Estructural de Género a la Violencia Vicaria e Institucional
Buenos días,
bajo mi punto de vista es más que evidente la existencia de la violencia institucional, ya que siempre se cuestiona la veracidad del testimonio de la víctima, tanto en sede judicial, como en la policial. Se hacen preguntas incómodas a las víctimas y se busca culpabilizar siempre a la mujer, ya sea por no salir de ahí o por «provocar».
Comparto con vosotras una reflexión que surgió ayer en el desayuno con mis compañeras/os de trabajo: hablábamos de casos de violencia de género que se habían hecho públicos por ser personajes conocidos y llegábamos a la conclusión de que la sociedad y las instituciones crean un perfil de víctimas y no creen a aquellas mujeres que a simple vista son fuertes, tienen formación o son conocidas, porque no contemplan la posibilidad de que puedas ser una victima si no cumples el perfil de mujer «débil» o vulnerable.
Como bien decía Celia ayer podemos estar contentas porque ya se habla de violencia vicaria, pero es cierto que queda muchísimo por avanzar y que nosotras como profesionales tenemos que estar al pie del cañón, luchando junto a las víctimas y sus hijas/os que también son víctimas. Nos encontramos con un muro muy grande, ya que el foco se pone en que las leyes no hacen lo suficiente y lo verdaderamente importante es trabajar desde la educación. Yo como mujer he recibido en el instituto clases de defensa personal y «trucos» para defenderte si te pasa algo, pero no somos nosotras las que tenemos que aprender a defendernos, porque una vez más el foco se pone en las mujeres.
Es cierto que es agotador escuchar en tu día a día comentarios como: si eres mujer y quieres que tu pareja pase una noche en el calabozo te puedes inventar una agresión; las mujeres siempre tienen las de ganar con las custodias de menores; porque se sigue celebrando el 8M si ya hay igualdad y un largo etcétera. Es agotador estar siempre discutiendo y luchando por cambiar estos pensamientos, pero cuando escuchas los testimonios de las víctimas de primera mano te llenas de fuerza y sigues al pie del cañón.
Son muy duros los testimonios «En el nombre del hijo» pero es una realidad y nos queda mucho por hacer para prevenir los casos como estos y para que toda la sociedad identifique los casos de violencia y colabore para luchar contra la violencia de género y violencia vicaria.