Respuesta a: Foro 1ª Jornada 22 de marzo

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Celia GarridoCelia Garrido
Moderador

Gracias Mati por esta reflexión que toca muchas cuestiones de las tratadas en el Encuentro.

Es fundamental que la diligencia debida sea un concepto que se generalice y que podamos acogernos a él para pedir responsabilidades profesionales e institucionales. Aunque queda todavía camino por recorrer en este sentido, vamos en la dirección correcta.
Como tu, son muchas las y los profesionales conscientes del maltrato institucional al que se ven sometidas las madres protectoras y resulta muy dificil acompañarlas cuando no hay respuesta, cuando no hay justicia, cuando se les está impidiendo ejercer el derecho supremo de proteger a sus hijos e hijas. Que haya profesionales que las reconocen y legitiman es imprescindible, y aunque creamos que desde nuestra pequeña parcela no podemos hacer nada, fijémonos en mujeres como Eleanor Roosvelt y en sus inspiradoras palabras ante la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para creernos que tenemos capacidad y, sobre todo, legitimidad para cuestionar al sistema:

«¿Dónde, después de todo, comienzan los Derechos Humanos? En lugares pequeños, cercanos a casa. Tan cercanos y tan pequeños que no pueden localizarse en ningún mapamundi: el entorno de cada persona, el barrio en el que vive, la escuela o universidad a la que asiste; la granja, la fábrica o la oficina en la que trabaja».

«Esos son los lugares en los que todo hombre, mujer y niño busca igual justicia, igual oportunidad, igual dignidad, sin discriminaciones. Si estos derechos no significan nada allí, no significan nada en ningún sitio. Sin una acción ciudadana concertada para hacer valer estos derechos cerca de casa, en vano buscamos el progreso a mayor escala».

Seguimos reflexionando

Celia